........................esta segunda inocencia
que da en no creer en nada.
Antonio Machado

miércoles, 25 de agosto de 2010

Robinson

Al cabo de veinte años, un barco mercante extraviado encalló en la isla y rescató a Robinson. Robinson exultaba de alegría; sus ojos se llenaron de lágrimas, abrazó a sus salvadores, y como pudo —pues casi había perdido el don de la palabra— les declaraba su agradecimiento, y no entendía por qué se apartaban de él con horror y repugnancia, hasta que vio en un espejo sus greñas, su rostro cuarteado por el sol y la lluvia, su mirada de fiera, y percibió su propio hedor y miró sus manos como zarpas, y comprendió que tardaría mucho, mucho aún en ser de verdad rescatado.

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