........................esta segunda inocencia
que da en no creer en nada.
Antonio Machado

martes, 17 de agosto de 2010

Museo (3)

A veces ser tullido es privilegio;
mirad, si no, las obras de este enano:
imitar su mirada será vano:
no podréis repetir el sortilegio.
Como a Van Gogh, aquella herida abierta
le llevó (sabia y firme acompañante)
a pintar esta obra impresionante,
que narcotiza al tiempo que despierta.
Alas hizo de sus quebradas piernas;
de su talla, un gigante inmensurable:
con su dolor, color inimitado.
Por culpa de un caballo resabiado
tenemos esas crueldades tan tiernas,
y no otro pisaverde desechable.

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