Escribo, como todo aquel que escribe,
para el lector, y guardo en el tintero
lo que por doloroso y verdadero
no se puede contar mientras se vive.
Intento alguna estrofa placentera,
pero mantengo a raya los feroces
recuerdos, y mis culpas, y las voces
que me dicen: cuenta la vida entera.
¿Habrá alguno que escriba, que en su lecho
de muerte pueda sin error pensar:
dejé escrito todo lo que sabía?
Es posible... De mí, sé declarar
que guardo lo más oscuro en mi pecho,
por no hacer más oscuro aún el día.
uffff!!!
ResponderEliminarEs estremecedor.
Todas las vidas tienen luces y sombras.
Lo mismo todos los dias.
Aprendiendo a surayar lo bonito, aunque sea insignificante, gratifica.
Le mando un puñado de lucecitas....
Josefina M