Dentro de algunos años
Niña monísima,
de faz angélica,
que entre las sábanas
roncando estás...
Ved aquí el túmulo
de algún polígrafo
-o grafómano-,
su estilográfica, su espátula
(porque de genio artístico
creíase -o pictórico).
Sonámbulo, no siempre lúcido,
alguna vez ridículo,
elaboró metáforas patéticas
y versos estrambóticos.
Si su escritura reveló algún mérito,
el lector júzguelo;
historia es ya pretérita
su verbo casi anónimo.
Si a alguno fastidióle su retórica,
discúlpelo humanístico,
perdónelo católico,
olvídelo magnánimo- y amnésico.
Así decía un ciego casi homérico,
con voz lúgubre,
ante la urna minúscula
(no le oyeron, por el ruido del tráfico,
y se marchó colérico).
No hay comentarios:
Publicar un comentario